¿Qué son los Trastornos de la Conducta Alimentaria?
Los trastornos de conducta alimentaria (TCA) se pueden reconocer por un patrón persistente de comer no saludablemente o de hacer dietas no saludables. Estos patrones de conducta alimentaria están asociados con angustia emocional, física y social. Los TCA no discriminan a base del género, edad, o raza. Se pueden encontrar en ambos géneros, en cualquier edad, y pueden ocurrir en cualquier raza o grupo étnico.
¿Qué tipos de TCA podemos encontrar?
Según el Manual Diagnóstico y Estadístico de las Enfermedades Mentales de la Asociación Americana de Psiquiatría (DSM-5), los trastornos de conducta alimentaria se clasifican en:
Anorexia Nerviosa
Bulimia Nerviosa
Trastorno por atracón
TCANE (Trastorno de Conducta Alimentaria No Especificado)
PICA
Trastorno por Rumiación
Trastorno por evitación / Restricción de alimentos
TCA-NE (TCA especificado, pero no cumple algunos de los criterios diagnósticos).
La Anorexia Nerviosa y la Bulimia Nerviosa comparten ciertas características:
Preocupación extrema sobre el peso y la silueta y autoevaluación en función de estos conceptos. Comportamiento dirigido a controlar el peso.
Episodios de bulimia.
Amplia gama de síntomas de ansiedad y depresión.
Se desconoce la causa exacta de los trastornos de la alimentación. Al igual que con otras enfermedades mentales, puede haber muchas causas, por ejemplo, las siguientes:
Genética y biología. Algunas personas pueden tener genes que aumenten el riesgo de presentar trastornos de la alimentación. Los factores biológicos, como cambios en las sustancias químicas del cerebro, pueden tener una función en los trastornos de la alimentación.
Salud psicológica y emocional. Las personas con trastornos de la alimentación pueden tener problemas psicológicos y emocionales que contribuyen al trastorno. Pueden tener autoestima baja, perfeccionismo, comportamientos impulsivos y relaciones problemáticas.
Las adolescentes y las mujeres jóvenes son más propensas que los adolescentes y los hombres jóvenes a tener anorexia o bulimia; sin embargo, los hombres también pueden tener trastornos de la alimentación. Aunque los trastornos de la alimentación pueden ocurrir en un intervalo de edad amplio, suelen manifestarse durante la adolescencia y poco tiempo después de cumplir 20 años.
Ciertos factores pueden aumentar el riesgo de tener un trastorno de la alimentación, entre ellos:
Antecedentes familiares. Hay una probabilidad significativamente mayor de que los trastornos de la alimentación ocurran en las personas cuyos padres o hermanos hayan presentado un trastorno de este tipo.
Otros trastornos de salud mental. Las personas con un trastorno de la alimentación suelen tener antecedentes de trastorno de ansiedad, depresión o trastorno obsesivo compulsivo.
Dieta y hambre. Estar a dieta es un factor de riesgo de padecer un trastorno de la alimentación. El hambre afecta el cerebro e influye en los cambios del estado de ánimo, la rigidez en el pensamiento, la ansiedad y la reducción del apetito. Existen pruebas contundentes de que muchos de los síntomas de un trastorno de la alimentación en realidad son síntomas de hambre. El hambre y el adelgazamiento pueden cambiar la manera en la que funciona el cerebro en personas vulnerables, lo cual puede perpetuar las conductas alimentarias restrictivas y dificultar el regreso a los hábitos alimentarios normales.
Estrés. Ya sea que te vayas a la universidad, te mudes, consigas un nuevo trabajo o tengas un problema familiar o de relación, los cambios pueden generar estrés, lo que tal vez aumente tu riesgo de tener un trastorno de la alimentación.
Omitir comidas o poner excusas para no comer
Adoptar una dieta vegetariana demasiado restrictiva
Centrarse excesivamente en la alimentación saludable
Prepararse los alimentos, en lugar de comer lo que la familia come
Alejarse de las actividades sociales normales
Preocuparse o quejarse continuamente por estar gordo y hablar sobre cómo bajar de peso
Mirarse con frecuencia al espejo para ver los defectos que se perciben
Comer reiteradamente grandes cantidades de dulces o de alimentos con alto contenido de grasas
Tomar suplementos dietéticos, laxantes o productos herbarios para bajar de peso
Ejercitarse en exceso
Tener callosidades en los nudillos por provocarse los vómitos
Tener problemas de pérdida del esmalte dental, un posible signo de vómitos reiterados
Ir al baño durante las comidas
Durante una comida o refrigerio, comer una cantidad mucho mayor de lo que se considera normal
Expresar depresión, enojo, vergüenza o culpa respecto de los hábitos de alimentación
Comer a escondidas
Los trastornos de conducta alimentaria (TCA) se pueden reconocer por un patrón persistente de comer no saludablemente o de hacer dietas no saludables. Estos patrones de conducta alimentaria están asociados con angustia emocional, física y social. Los TCA no discriminan a base del género, edad, o raza.